¿CELEBRARON LOS PRIMEROS CRISTIANOS LA NAVIDAD?

04.12.2012 11:28
"En el año 354 después de Cristo el obispo Liberio, de Roma, ordenó que el 25 de diciembre se celebrara como el día del nacimiento de Cristo" (Encyclopedy World Book, 1907, Vol. V, page 611).
La Biblia no dice esto, pero un hombre no sólo inventó la fecha, sino que obligó a celebrarla. ¿Cuál era el propósito? Ese día ya lo observaba la Roma pagana: era el 25 de diciembre la antigua "fiesta del solsticio de invierno", la fiesta de Saturno o "saturnalia" que data de la tradición babilónica y que recordaba esencialmente a Mitra, el dios sol, en el día de su nacimiento.
Se decía que Mitra, Baco, Adonis, Orus, Osiris, Júpiter, Hércules y Tamuz, hijo de Nimrod, habían nacido en la misma época invernal, conocida hoy como Navidad. Por supuesto, en esos días esta fiesta se celebraba de la manera más degenerada e inmoral, fue siempre una de las celebraciones que más desprestigió a Roma desde los primeros siglos.
De ahí nació la idea de unir el nacimiento de esos "dioses", al nacimiento de Cristo, herencia que padecemos hasta el día de hoy.
La Iglesia primitiva debía estar celebrando esta fiesta, porque ellos eran los que habían heredado la Palabra de Dios, habían caminado con Jesús, y eran los más inmediatos a obedecer sus mandatos.
 
¿CELEBRABA LA NAVIDAD ESTA PRIMERA IGLESIA?
No hay un solo vestigio en la Biblia, porque Jesús no ordena celebrar su cumpleaños ni su nacimiento, sino su muerte y esto sí lo celebraba, con veneración, la Iglesia de los Hechos de los Apóstoles. Y todo porque estaba escrito: "Haced esto en memoria de MI" (Lucas 22:19)... "Así pues, todas las veces que comiereis este pan y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que Él venga", dejó escrito el apóstol Pablo en su primera carta a los Corintios 11:26.
 
Por tanto, mientras el Señor Jesucristo no venga por segunda vez a juzgar a su pueblo, los cristianos celebramos y celebraremos la Cena del Señor, es una orden. Motivo: anunciar su muerte y su resurrección, no su nacimiento. La razón es muy clara: con su muerte en la cruz del Calvario, SU PUEBLO recibe LA SALVACIÓN Y EL PERDÓN DE SUS PECADOS. Por eso también el Libro del Eclesiastés afirma: "Mejor es el día de la muerte, que el día del nacimiento" (Eclesiastés 7:1).

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